martes, 1 de noviembre de 2016

La Doctrina de Cristo

La doctrina de Cristo

El elder Ballard nos aconseja que debemos concentrarnos en estudiar, escudriñar y vivir la doctrina de Cristo, cada una de las partes que componen esta doctrina conllevan un sinnúmero de ápices que deberíamos indagar, instruirnos. Entender que aveces perdemos el camino, nos desviamos del tronco principal y nos vamos por las ramas.
Aquí comparto algunas enunciados que sirven para después buscar aún más, ahondar para que finalmente nos ayude a entender en algo y descubrir que tan lejos o cerca estamos.

1- El Salvador indica cuál es su doctrina

“…ésta es mi doctrina, y es la doctrina que el Padre me ha dado; y yo doy testimonio del Padre, y el Padre da testimonio de mí, y el Espíritu Santo da testimonio del Padre y de mí; y yo testifico que el Padre manda a todos los hombres, en todo lugar, que se arrepientan y crean en mí.
“Y cualquiera que crea en mí, y sea bautizado éste será salvo; y son ellos los que heredarán el reino de Dios.
“Y quien no crea en mí, ni sea bautizado, será condenado.
“… y quien en mí cree, también cree en el Padre; y el Padre le testificará a él de mí, porque lo visitará con fuego y con el Espíritu Santo …
“De cierto, de cierto os digo que ésta es mi doctrina; y los que edifican sobre esto, edifican sobre mi roca, y las puertas del infierno no prevalecerán en contra de ellos” (3 Nefi 11:32–35, 39).

2- La expiación infinita que apacigua las demandas de la justicia y recibimos el perdón por medio de nuestra fe y la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio.

"Sin embargo, de Alma aprendemos acerca del plan de misericordia de nuestro Padre, por medio del cual el Hijo de Dios expiraría los pecados del mundo y “apaciguar[ia] las demandas de la justicia, para que Dios sea un Dios perfecto, justo y misericordioso también” (Alma 42:15).
El sacrificio vicario del Salvador apacigua la justicia de Dios; por tanto, Dios extiende Su misericordia, por medio de la cual podemos recibir el perdón de nuestras transgresiones mediante nuestra fe en el Redentor y la obediencia a las leyes y ordenanzas del evangelio.
Lehi enseñó a su hijo Jacob:
“Por tanto, la redención viene por el Santo Mesías y por medio de el, porque el es lleno de gracia y de verdad.
“He aquí, el se ofrece a si mismo en sacrificio por el pecado, para satisfacer las demandas de la ley, por todos los de corazón quebrantado y de espíritu contrito” (2 Nefi 2:6–7).

3- Nos harán creer que es una cosa vana e insensata.

"Un tipo de engaño trata de despistarnos con respecto a quién debemos seguir. Refiriéndose a los últimos días, el Salvador enseñó esto: “…Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán” (Mateo 24:4–5). En otras palabras, muchos procurarán engañarnos diciendo que ellos o sus enseñanzas nos salvarán, por lo que no es necesario tener un Salvador ni Su Evangelio. El Libro de Mormón describe eso como “el poder del diablo para extraviar y engañar el corazón del pueblo… y… [hacerlo] creer que la doctrina de Cristo era una cosa insensata y vana” (3 Nefi 2:2).
Dallin H.Oaks

La doctrina de Cristo y la Expiación (véase 2 Nefi 31:2–21; 32:1–6; 3 Nefi 11:31–40; 27:13–21).
Boyd K. Packer

4- El libro de Mormón clarifica la Doctrina 

"Gracias a ese sagrado compañero de la Biblia, mi comprensión de la doctrina de Cristo ha aumentado y así, muchas de las dudas que quedaban sin respuesta en ésta, ahora se explican a mi entera satisfacción. El Libro de Mormón es la evidencia tangible de que José es un profeta de Dios, de que Cristo realmente se le apareció y de que el Evangelio ha sido restaurado en toda su pureza y plenitud."
Richard Edgley

5- Se debe obtener un testimonio

¿Por qué debemos obtener un testimonio más firme de la realidad viviente del Hijo de Dios, tal como se encuentra en el Libro de Mormón? En la actualidad, existe una gran confusión en el mundo cristiano acerca de la doctrina de Cristo, no sólo acerca de Su naturaleza divina sino también acerca de Su expiación y de Su resurrección, de Su Evangelio y, en particular, de los mandamientos relacionados con ello. El resultado es una creencia en un Cristo hecho a gusto del hombre, un Cristo popular, un Cristo crucificado y silencioso. Las creencias religiosas erróneas llevan a los comportamientos religiosos incorrectos.
Charles Didier

6- Si se entiende bien,  sabrá que andar a medias, tibiamente,  no transformará nuestra vida ni tendremos las bendiciones prometidas.

"Después de salir de las aguas del bautismo, nuestra alma tiene que estar inmersa y saturada continuamente con la verdad y la luz del evangelio del Salvador. El sumergirnos de vez en cuando y de manera superficial en la doctrina de Cristo y la participación parcial en Su Iglesia restaurada no producirá la transformación espiritual que nos permita andar en vida nueva; más bien, se requiere la fidelidad a los convenios, la dedicación constante y el ofrecer toda nuestra alma a Dios, si es que vamos a recibir las bendiciones de la eternidad.
“Quisiera que vinieseis a Cristo, el cual es el Santo de Israel, y participaseis de su salvación y del poder de su redención. Sí, venid a él y ofrecedle vuestras almas enteras como ofrenda, y continuad ayunando y orando, y perseverad hasta el fin; y así como vive el Señor, seréis salvos” (Omni 1:26).
David A. Berdnar

7- Lo que tiene más valor

"Si bien el evangelio de Jesucristo comprende toda la verdad, no todas las verdades tienen el mismo valor. El Salvador enseñó claramente que Su evangelio, ante todo, es Su sacrificio expiatorio. Su evangelio también es una invitación a recibir las bendiciones de la Expiación a través de la fe en Cristo, el arrepentimiento, el bautismo, recibir el Espíritu Santo y perseverar fielmente hasta el fin."
Daniel k Judd

8- La más sublime y elevada labor

"Sin descuidar estas necesidades temporales, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, por mandamiento del Señor, mantiene la más sublime y elevada labor de servicio, que es bendecir a todos los hombres, enseñándoles la doctrina de Cristo e invitándolos a realizar las ordenanzas de salvación para que logren “… la inmortalidad y la vida eterna” (Moisés 1:39).
Carlos H. Amado

9- La Restauración de esta verdad

"Después de todo lo que el Salvador ha sufrido por la humanidad, no es de extrañar que, en la Primera Visión, al hablar de las iglesias que existían, Él le instruyese a José que “no debía [unirse] a ninguna, porque todas estaban en error” Más tarde, el Salvador introdujo la restauración de Su doctrina verdadera respecto al plan de salvación y otros principios salvadores, tales como la doctrina de Cristo."
Quentin L. Cook

10- Las escrituras exponen está doctrina

"Debido a que las Escrituras exponen la doctrina de Cristo, van acompañadas del Espíritu Santo, cuya función es dar testimonio del Padre y del Hijo (véase 3 Nefi 11:32). Por lo tanto, el enfrascarnos en las Escrituras es una forma en que recibimos el Espíritu Santo. Naturalmente, el Espíritu Santo es quien da las Escrituras en primer lugar (véase 2 Pedro 1:21; D. y C. 20:26–27; 68:4), y ese mismo Espíritu puede testificarnos a ustedes y a mí de la veracidad de ellas. Estudien las Escrituras de manera detenida y deliberada. Mediten en ellas y oren al respecto. Las Escrituras son revelación y brindarán revelación adicional."
Todd Christofferson

11- Es la fuente de fortaleza

"No importan las circunstancias, pruebas y desafíos que nos rodeen; el entendimiento de la doctrina de Cristo y de Su expiación, será la fuente de nuestra fortaleza y la fuente de nuestra paz, sí hermanos, esa calma y tranquilidad interior que nacen del Espíritu que Dios da a Sus santos fieles. Él nos alienta diciendo: “La paz os dejo, mi paz os doy… No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo” (Juan 14:27).
Benjamín Hoyos

12- El deseo de buscar

"El despertar este deseo nos prepara para buscar los modelos prometidos. El buscarlos nos conduce a la doctrina de Cristo como la enseñan el Salvador y Sus líderes-profetas. Un modelo de esa doctrina es perseverar hasta el fin. “Y bienaventurados aquellos que procuren establecer a mi Sión en aquel día, porque tendrán el don y el poder del Espíritu Santo; y si perseveran hasta el fin, serán enaltecidos en el último día y se salvarán en el reino eterno del Cordero” (1 Nefi 13:37
Paul E. koelliker

13- Es una revelación divina por tanto procurar ante todo un firme testimonio de esta verdad

"Valoramos la erudición que realza el entendimiento, pero en la Iglesia hoy día, tal como en la antigüedad, el establecer la doctrina de Cristo o el corregir las desviaciones en cuanto a la doctrina es un asunto de revelación divina a aquellos que el Señor inviste con autoridad apostólica

Suplico a todos los que oigan o lean este mensaje que procuren, por medio de la oración y el estudio de las Escrituras, ese mismo testimonio del divino carácter, de la expiación y de la resurrección de Jesucristo. Acepten Su doctrina mediante el arrepentimiento, siendo bautizados y recibiendo el don del Espíritu Santo y luego, a lo largo de su vida, sigan las leyes y los convenios del evangelio de Jesucristo.
Todd Christofferson

14- El medio para obtener las bendiciones de la expiación

"la doctrina de Cristo es el medio —el único medio— por el que podemos obtener todas las bendiciones que están disponibles a través de la expiación de Jesús. La doctrina de Cristo nos permite acceder al poder espiritual que nos elevará de nuestro estado espiritual actual a un estado en el que podemos llegar a ser perfeccionados como el Salvador"
Brian K Ashton

15- Podemos ser perfeccionados

podemos ser perfeccionados al “[confiar] íntegramente” en la doctrina de Cristo de manera reiterada y continua: ejercitar fe en Él, arrepentirnos, participar de la Santa Cena para renovar los convenios y las bendiciones del bautismo, y reclamar al Espíritu Santo como compañero constante en mayor medida. Al hacerlo, llegamos a ser más como Cristo y somos capaces de perseverar hasta el fin, con todo lo que ello implica. En términos menos formales, a Dios le importa mucho más quiénes somos y en quienes nos estamos convirtiendo, que en quienes fuimos alguna vez; a Él le importa que sigamos intentándolo.
Dale G Renlund


16- La Santa cena parte vital en la doctrina de Cristo, arrepentimiento semanal, convenio bautismal, promesa de guardar los mandamientos para finalmente tener la guía del espíritu Santo
Por este medio aceptamos está doctrina

“Y éste es el mandamiento: Arrepentíos, todos vosotros, extremos de la tierra, y venid a mí y sed bautizados en mi nombre, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo, a fin de que en el postrer día os presentéis ante mí sin mancha”
Ésta es la doctrina de Cristo34. Cuando recibimos esta doctrina y vivimos en conformidad con ella, en verdad somos limpiados y lavados en la sangre de Cristo.
Por medio de las oraciones sacramentales, expresamos nuestra aceptación de esta doctrina de Cristo y nuestro compromiso de vivir de acuerdo con ella. En nuestra súplica a Dios, nuestro Padre Eterno, declaramos nuestro compromiso de recordar siempre a Su preciado Hijo. Primero, declaramos nuestra “disposición” a recordar; y luego declaramos que “sí” recordamos. Al hacerlo, tomamos el compromiso solemne de ejercer fe en Jesucristo y en Su redención de la muerte y del pecado.
Declaramos además que “[guardaremos] sus mandamientos”. Ése es un compromiso solemne de que nos arrepentiremos. Si en los días anteriores nuestros pensamientos, palabras o actos no han sido tan buenos como deberían haber sido, volvemos a comprometernos a alinear más nuestra vida con la Suya en los próximos días.
A continuación, declaramos que estamos “…dispuestos a tomar sobre [nosotros] el nombre [del] Hijo”. Ése es un compromiso solemne de que nos someteremos a Su autoridad y de llevar a cabo Su obra, la que incluye efectuar todas las ordenanzas y convenios de salvación personales"
James J Hamula

17- Concentrarnos en estudiar, vivir y amar la doctrina de Cristo

Al escudriñar las Escrituras y las palabras de los apóstoles y profetas, pasados y actuales, debemos concentrarnos en estudiar, vivir y amar la doctrina de Cristo.
Además de cultivar el hábito de la lectura personal de las Escrituras, debemos ser como los hijos de Mosíah y dedicarnos “a mucha oración y ayuno”
M. Russell Ballard

lunes, 23 de mayo de 2016

El retorno cada día más difícil

El mensaje es el mismo
Los líderes después de 36 años no cambian los temas
Cambia el hombre y la forma de presentarlo
Lo mismo para nosotros como personas
Los discurso son los mismos
Pero tenemos experiencia, tecnologías
Etc
Para bien o para mal aquí estamos...

Para bien si...la perseverancia ha sido nuestra meta primordial en la vida.

Si cuidamos nuestro testimonio tal cual usted cuida, ama y apoya a sus hijos.

Para mal...si abandona totalmente sus convenios
Deja de nutrir el espíritu
Hace caso de rumores, chismes, malas intenciones etc.

Si paulatinamente vamos dejando de lado la actividad personal y de barrio en la Iglesia,
La inactividad no viene de golpe..es un proceso lento, imperceptible, se empieza principalmente violando el día de reposo.

La palabra de sabiduría es el siguiente paso de reversa
Y quedan, al no tener la guía ni la compañía del espíritu, las puertas abiertas a otros pecados.
Paulatinamente se pierde el deseo de participar de los asuntos del evangelio
principalmente nos alejamos de las escrituras, la oración y el ayuno.

Encontramos en aquellos hombres llamados de  Dios solamente errores y caemos fácilmente en el chisme, descrédito, quejas. Estamos a una legua de la apostasía si no cuidamos y medimos nuestras palabras.

Y luego nuestro círculo se empieza a cerrar con todos aquellos que no participan de nuestras fe y creencias, es más, somos alentados a abandonar nuestras costumbres cristianas y hasta nos avergüenza el Evangelio que en algún momento de nuestra vida fue una poderosa fuente de poder.

Para las cosas de Dios nos estancamos y nos justificamos casi de forma profesional, nos visitan, nos invitan a volver, pero el cable se ha cortado, aquel cable de la revelación,



¿porqué aquí el tiempo es importante?

 porque entre más tardamos nuestro arrepentimiento mas empinados es el camino de regreso.

Conozco un buen hermano que volvió después de veinticinco años sin antes no pasar por una experiencia de vida que lo posicionó de golpe en el camino correcto, pero son los menos, son muchos los que se alejan por años y el retorno es invariablemente una nueva conversión, la llama del testimonio del pasado se extingue y necesita mucho esfuerzo sincero para volver a encender.

no tardemos el regreso, no se ha dado cuenta que los tiempos han cambiado y nadie tiene la seguridad de nada, sólo el verdadero evangelio del Padre puesto nuevamente en la tierra con todas las ordenanzas y autoridad del cielo tiene la seguridad que tanto  buscamos y que el mundo necesita.

viernes, 29 de abril de 2016

Mi visita al Cerro de Cumorah






Un sitio clave en mi visita a los lugares históricos del Profeta Jose Smith fue sin duda el Cerro de Cumorah, no es en sí como extensión muy grande o de gran altura,  llama la atención que aun se mantengan libre de edificación a su alrededor, en gran parte se aprecia el mismo paisaje que alguna vez piso el Profeta. 

Nuevamente los lugares exactos no existen, (hablo del lugar donde Jose desenterró las Planchas) solo un monumento a Moroni en la parte más elevada del cerro, cuando uno visita estos lugares con un verdadero espíritu de oración y agradecimiento, entendiendo con esto que al estar allí no haría mayor diferencia en mi testimonio acerca del Profeta y el Libro de Mormón, se hace una experiencia sin igual, en mi adolescencia y después en la misión ya tenía una confirmación espiritual de estos acontecimientos en los albores de la Restauración.

 Sabia por el testimonio que te da el Espíritu Santo que la Restauración del Evangelio era exactamente como el Profeta lo vivió, aquellas visitas por cuatro años en este cerro sagrado recibiendo conocimiento y sabiduría para que finalmente a los 18 años obtuviera este poderoso mandato de traducir y sacar a luz estas planchas entregadas por este ángel enviado para iniciar esta nueva era.

Entonces en aquel día hermoso subí la distancia que existe de las faldas del cerro hasta el monumento al ángel mensajero en la cima, con el corazón rebosando de agradecimiento y una dicha especial, plena, totalmente distinta a la felicidad que aveces uno logra sentir por algún determinado logro, este sentimiento era más completo, cuantas veces leí con asombro cada uno de los hechos del profeta para sacar a luz este libro, de la persecución que fue victima, del acoso de ministros religiosos que solo deseaban acallar al joven Profeta diciéndole "...no existe tal cosa de visita de ángeles" de la envidia y la ignorancia de hombres malvados que solo querían sacar provecho de esta situación, solo motivados por el dinero y la envidia, lo que digo es el sacrificio que significó sacar a luz estas planchas entregadas en aquel cerro, contrastaba con la dicha sin igual que mantenía en mi pecho, desde lo alto se puede apreciar gran parte del valle, aquel día muchas personas deambulando, las fotos, los paseos, los niños, el sol iluminando, y principalmente la admiración de estar en los terrenos donde alguna vez en el pasado estos hechos tan importantes para la humanidad ocurrieron.

Ahora han pasado veinte años de aquella visita al Cerro Cumorah, sigue en mi corazón aquel maravilloso recuerdo, efectivamente Jose Smith recibió de manos del Ángel Moroni las planchas de oro que mas tarde seria el Libro de Mormón, debido a la persecución de aquellos primeros años los miembros de la Iglesia abandonaron aquellos hermosos lugares, seria el Oeste de EEUU la nueva sede de la Iglesia, sin antes pasar por enfermedades, ataques, frío intenso, abandono, persecución y muerte por una causa que nunca dudaron.

En mis manos esta sagrada escritura que tanto sacrificio significó, para que por medio de ella pueda mejorar mi vida y tenga las herramientas para lograr la salvación y reinos junto a mi familia si tan solo sigo sus enseñanzas.

Cristian Pinilla




















domingo, 17 de abril de 2016

Testimonio, como lo mejoramos

Una de las calles emblemáticas en mi nuevo barrio es la calle "Aeropuerto" calle que atraviesa en toda su extensión el barrio Cinco de abril o Rivas Vicuña como se llama ahora, el caso es que en mis acostumbradas caminatas de los Sábados llegué a esta calle que por más de 35 años no había recorrido, me encanta visitar lugares nuevos pero más aún disfruto recorrer aquellos lugares que en algún momento de mi juventud o niñez conocí...

A paso lento detallé cada casa que formaban esta villa de más de 50 años que se ubica entre las calles Alameda y Cinco de Abril, son más o menos cuatro cuadras de viviendas uniformes de dos pisos,

Las casas en su origen fueron construidas exactamente igual, mismos materiales, mismo espacio, misma calidad y belleza, cincuenta años después se podía apreciar una amplia gama de paisaje, disparidad entre una y otra...

Estaban aquellas que se habían deteriorado con los años, no presentaban ningún cambio ni mejora en paredes, ventanas, techos y estructura en general, se apreciaban como casas abandonadas, tristes y hasta deprimentes.

Aquellas que no tenían grandes cambios en su estructura original pero al menos se notaba más limpieza, pintura y un aspecto más alentador que las primeras, no pretendían destacar pero al menos su aspecto indicaba que sus moradores tenían un poco más de  preocupación.

Luego un grupo de casas que sobresalían por  visibles mejoramientos en varias partes de sus estructuras, pisos de entradas nuevos y acogedores, murallas totalmente mejoradas, se notaba a simple vista la preocupación del dueño por mostrar un aspecto en general más cuidadoso, se podía desprender de estas casas una inversión en tiempo y dinero que las destacaba por sobre las primeras.

Por último la "casa" que llamó mi atención..



Un testimonio  igual que una edificación cualquiera se va construyendo, reparando y mejorando ladrillo por ladrillo, y eso requiere tiempo, lleva años...

El Elder Faust en un discurso de Octubre del 2000 lo describe asi:
"Mi fe siguió creciendo como bloques que se van colocando sobre la piedra angular, línea por línea, precepto por precepto. Son demasiados como para mencionarlos uno por uno; algunos son demasiado sagrados para exponerlos..."