domingo, 6 de octubre de 2013

Llamada triste



Despedida de mi vieja, Febrero 2000





Solo esperaba el día de aquella noticia triste  que nadie quiere escuchar, cualquier  día de la
semana de un verano del 2000 , diez de la mañana, tengo la
llamada desde Nueva York;


"hermano : se nos fue la vieja"...

todos en una pieza, me senté al borde de la cama, sin responder al teléfono, solo las miradas

de mi hijos para entender sin palabras lo que estaba pasando en la vida de todos, mi hija 

mayor, aquella que tanto disfruto de su abuela, se abrazo conmigo y lloramos juntos una 

perdida tan grande como profunda, salí a dar mi vuelta y mirar el cielo sin encontrar consuelo, 
solo una tibia conformidad a pesar del dolor, ahora mi querida vieja estaba descansando, 
y porque no, acortando  los miles de kilómetros que nos 
separaban, ya no existía distancia posible para ella, y caminando la angustia, sentí 
sin explicación .. alguien a mi lado, lo digo ahora muchos años después, ahora que mucho del 
dolor ya es una conformidad plena,  es cierto que ella no ha muerto, una madre no muere, ni 
siquiera en el recuerdo, vive en algún lugar, y piensa y valora y cuida a sus hijos,  nietos, y 
bisnietos, es de lo único que tengo una plena seguridad.
Han pasado los años, quince, y aún tenemos el vacío en el corazón, sabemos llevar esta ausencia como parte de nuestra existencia, atrás van quedando los momentos felices que compartimos, es un ejercicio de vida esto de recordar aquellos que marcaron con amor tu vida, casi siempre te tengo en mi mente, casi siempre se quiere tomar el metro bajarse en la estación lo ovalle caminar  tres cuadras llegar a la puerta y llamar; anocaaaa, y encontrarse con la sonrisa cálida y el abrazo profundo de una madre.
Si te falta tu madre puedes entender si aún la tienes no pierdas el tiempo y abrazala y dile cuanto la amas. De esos abrazo tube muchos y todos venían con un premio bajo la manga, tome hijo para que le compre una "cosita" a la romita.   

Tienes varios nietos y un par de bisnietos, la romita ya no es la pequeña que tomaba tu mano y paseaba orgullosa de su abuela, no, aunque en su corazón siguen siendo tus nietos.

 Este Santiago está más grande y lleno de desafíos, tus cantantes favoritos ya no cantan, se acabó tu programa favorito, la familia ha cambiado y cada uno navega en su propio mar de problemas, tengo una esposa que tiene tu nombre y es de la tierra caliente de Colombia, los últimos años no han sido fáciles, para nadie, es por eso que se extraña tu simpleza y compasión con los demás, uno aprende, se olvida y vuelve a errar, cuesta sacar el orgullo del corazón, algo que nunca fue un problema para ti, tu protección ahora es invisible, y cuesta asumir ciertas pérdidas, pero son parte de esta vida.

En un rincón del alma tenemos tu amor y grandeza, quisiera ser menos rencoroso y más compasivo, todos carecemos de la humildad necesaria para perdonar, tu que perdonastes tantas veces una que otra ofensa.
No podías dejar a nadie afuera, todos eran parte de tu círculo de amor por lo mismo todos te extrañan y recuerdan, yo uno más...

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