miércoles, 9 de octubre de 2013

Una excelente guía.











Cerrillos, Santiago de Chile Junio de 1982





Después de apagar la luz de mi pieza, la noche se apreciaba mas intensa que de costumbre, es lo que llaman; "noche luminosa", 

se podía apreciar toda la majestuosidad de los cielos despejados de Santiago después de una tarde intensa  de lluvia, en aquella semana había aprendido lo importante de tener una guía constante en la vida, conocer la senda correcta, que muchas veces se nos extravía.


Si uno desea fervientemente ser guiado, debe estar dispuesto, eso si,  a seguir las señales que se nos muestran en el largo camino y estar dispuesta a ordenar un sin-números de situación o decisiones que no nos conducen a ninguna parte...



Cerré la puerta de mi cuarto, mis palabras eran mucha mas que pedir ayuda o guía, necesitaba SABER, como tantas veces; para donde se dirigían mis pasos...



Al terminar me dirigí a la ventana, nuevamente disfrute de la noche, los cielos estrellados y profundos parecían que hablaban a mi mente, una inquietante duda se transformo en pocos minutos en una dulce seguridad.



Al siguiente domingo entregue mis papeles de la Misión  cuatro meses mas tarde, entraba con mis maletas al centro misional de Pocuro con Pedro de Valdivia, me despedí de mi tío Manuel, ya sabia lo que tenia que hacer en mis próximos dos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario