Una de las calles emblemáticas en mi nuevo barrio es la calle "Aeropuerto" calle que atraviesa en toda su extensión el barrio Cinco de abril o Rivas Vicuña como se llama ahora, el caso es que en mis acostumbradas caminatas de los Sábados llegué a esta calle que por más de 35 años no había recorrido, me encanta visitar lugares nuevos pero más aún disfruto recorrer aquellos lugares que en algún momento de mi juventud o niñez conocí...
A paso lento detallé cada casa que formaban esta villa de más de 50 años que se ubica entre las calles Alameda y Cinco de Abril, son más o menos cuatro cuadras de viviendas uniformes de dos pisos,
Las casas en su origen fueron construidas exactamente igual, mismos materiales, mismo espacio, misma calidad y belleza, cincuenta años después se podía apreciar una amplia gama de paisaje, disparidad entre una y otra...
Estaban aquellas que se habían deteriorado con los años, no presentaban ningún cambio ni mejora en paredes, ventanas, techos y estructura en general, se apreciaban como casas abandonadas, tristes y hasta deprimentes.
Aquellas que no tenían grandes cambios en su estructura original pero al menos se notaba más limpieza, pintura y un aspecto más alentador que las primeras, no pretendían destacar pero al menos su aspecto indicaba que sus moradores tenían un poco más de preocupación.
Luego un grupo de casas que sobresalían por visibles mejoramientos en varias partes de sus estructuras, pisos de entradas nuevos y acogedores, murallas totalmente mejoradas, se notaba a simple vista la preocupación del dueño por mostrar un aspecto en general más cuidadoso, se podía desprender de estas casas una inversión en tiempo y dinero que las destacaba por sobre las primeras.
Por último la "casa" que llamó mi atención..
Un testimonio igual que una edificación cualquiera se va construyendo, reparando y mejorando ladrillo por ladrillo, y eso requiere tiempo, lleva años...
El Elder Faust en un discurso de Octubre del 2000 lo describe asi:
"Mi fe siguió creciendo como bloques que se van colocando sobre la piedra angular, línea por línea, precepto por precepto. Son demasiados como para mencionarlos uno por uno; algunos son demasiado sagrados para exponerlos..."
A paso lento detallé cada casa que formaban esta villa de más de 50 años que se ubica entre las calles Alameda y Cinco de Abril, son más o menos cuatro cuadras de viviendas uniformes de dos pisos,
Las casas en su origen fueron construidas exactamente igual, mismos materiales, mismo espacio, misma calidad y belleza, cincuenta años después se podía apreciar una amplia gama de paisaje, disparidad entre una y otra...
Estaban aquellas que se habían deteriorado con los años, no presentaban ningún cambio ni mejora en paredes, ventanas, techos y estructura en general, se apreciaban como casas abandonadas, tristes y hasta deprimentes.
Aquellas que no tenían grandes cambios en su estructura original pero al menos se notaba más limpieza, pintura y un aspecto más alentador que las primeras, no pretendían destacar pero al menos su aspecto indicaba que sus moradores tenían un poco más de preocupación.
Luego un grupo de casas que sobresalían por visibles mejoramientos en varias partes de sus estructuras, pisos de entradas nuevos y acogedores, murallas totalmente mejoradas, se notaba a simple vista la preocupación del dueño por mostrar un aspecto en general más cuidadoso, se podía desprender de estas casas una inversión en tiempo y dinero que las destacaba por sobre las primeras.
Por último la "casa" que llamó mi atención..
Un testimonio igual que una edificación cualquiera se va construyendo, reparando y mejorando ladrillo por ladrillo, y eso requiere tiempo, lleva años...
El Elder Faust en un discurso de Octubre del 2000 lo describe asi:
"Mi fe siguió creciendo como bloques que se van colocando sobre la piedra angular, línea por línea, precepto por precepto. Son demasiados como para mencionarlos uno por uno; algunos son demasiado sagrados para exponerlos..."
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